La ficción de los sexos : hacia un pensamiento Neuroqueer desde la Epistemología Feminista / Lucía Ciccia ; directora: Diana Pérez, codirectora: Diana Maffía
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TextoDetalles de publicación: 2017.Descripción: 357 pTema(s): Recursos en línea: Nota de disertación: Tesis de Doctorado. Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. 2017. Resumen: A lo largo de la historia de la cultura occidental, el régimen sexual, jerárquico y binario, fue sistemáticamente legitimado por la producción de conocimiento científico. Sin embargo, los argumentos biológicos para respaldar la inferioridad de la mujer (como un universal) debieron ser adaptados y actualizados a fin de ajustarse al contexto sociopolítico en el cual se enmarca el discurso acerca de la diferencia sexual.
La autora considera que no es la ausencia o presencia relativa de mujeres el determinante para caracterizar la ciencia como esencialmente masculina, sino la actividad científica misma, la naturaleza de su metodología.
En la presente tesis se propone mostrar cómo las características biológicas identificadas para distinguir las únicas dos categorías sexuales hasta hoy inteligibles, hombre y mujer, fueron construidas de manera tal que sirvieran a la legitimación de la superioridad masculina.
Se demostrará que el actual régimen sexual jerárquico y binario, no remite a la existencia de clases naturales, sino a una categorización esencialmente normativa de los cuerpos. Se sostendrá que no hay construcciones fisiológicas que determinen o predigan ningún tipo de conducta género-específico. Se considerarán, en cambio, los estereotipos de género (valorados en términos jerárquicos) como un constructo social que conceptualmente antecede al sexo. Se propone que no existe ninguna característica "verdadera" que distinga a hombres de mujeres.
Como primer objetivo se enfocará en describir la manera en que el discurso neurocientífico continua respaldando una lectura jerárquica de los sexos. La autora se propone demostrar que las hipótesis de las que parten los estudios orientados a la búsqueda de diferencias sexuales se encuentran embebidas en los clásicos sesgos sexistas, androcéntricos, esencialistas y biologicistas que justificaron la división sexual del trabajo y la polarización de los roles sociales. En consecuencia, el actual discurso neurocientífico respalda la existencia de un vínculo causal entre sexo y género.
El segundo objetivo es cuestionar la validez de la lectura binaria de los cuerpos desde una perspectiva cerebral.
| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
|---|---|---|---|---|---|---|
Tesis
|
Biblioteca Central "Prof. Augusto Raúl Cortazar" | Non-fiction | Tesis 23-7-10 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Disponible | 479807 |
Tesis de Doctorado. Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. 2017.
A lo largo de la historia de la cultura occidental, el régimen sexual, jerárquico y binario, fue sistemáticamente legitimado por la producción de conocimiento científico. Sin embargo, los argumentos biológicos para respaldar la inferioridad de la mujer (como un universal) debieron ser adaptados y actualizados a fin de ajustarse al contexto sociopolítico en el cual se enmarca el discurso acerca de la diferencia sexual.
La autora considera que no es la ausencia o presencia relativa de mujeres el determinante para caracterizar la ciencia como esencialmente masculina, sino la actividad científica misma, la naturaleza de su metodología.
En la presente tesis se propone mostrar cómo las características biológicas identificadas para distinguir las únicas dos categorías sexuales hasta hoy inteligibles, hombre y mujer, fueron construidas de manera tal que sirvieran a la legitimación de la superioridad masculina.
Se demostrará que el actual régimen sexual jerárquico y binario, no remite a la existencia de clases naturales, sino a una categorización esencialmente normativa de los cuerpos. Se sostendrá que no hay construcciones fisiológicas que determinen o predigan ningún tipo de conducta género-específico. Se considerarán, en cambio, los estereotipos de género (valorados en términos jerárquicos) como un constructo social que conceptualmente antecede al sexo. Se propone que no existe ninguna característica "verdadera" que distinga a hombres de mujeres.
Como primer objetivo se enfocará en describir la manera en que el discurso neurocientífico continua respaldando una lectura jerárquica de los sexos. La autora se propone demostrar que las hipótesis de las que parten los estudios orientados a la búsqueda de diferencias sexuales se encuentran embebidas en los clásicos sesgos sexistas, androcéntricos, esencialistas y biologicistas que justificaron la división sexual del trabajo y la polarización de los roles sociales. En consecuencia, el actual discurso neurocientífico respalda la existencia de un vínculo causal entre sexo y género.
El segundo objetivo es cuestionar la validez de la lectura binaria de los cuerpos desde una perspectiva cerebral.
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